Lucía Lionetti europeas, donde se sucedían las muertes por viruela de los pequeños príncipes. Como una paradoja de la historia, hasta el mítico y controvertido revolucionario francés Maximilien de Robespierre tenía las huellas vergonzantes de la enfermedad³. Ese sería el rostro del terror para sus detractores?
Fuente: visualforensic philippe froesch batabat Según señala una nota de Mónica Arrizabalaga publicada en el periódico el ABC. En la iconografía oficial no se ven las más de cien cicatrices de viruela que tenía su rostro. Según Philippe Froesch, famoso por la reconstrucción facial de Enrique IV. Robespierre era un hombre peligroso y se ve que los pintores de la época tomaron sus precauciones. La instantánea congelada del hombre en sus últimas horas muestra el rostro de una persona cansada, con marcadas ojeras y de tez pálida, picado por la viruela que, según apunta Froesch, padeció probablemente en su niñez. Las huellas de la enfermedad quedaron marcadas en el molde de yeso de Robespierre que realizó justo después de su decapitación Madame Tussauds. La copia conservada en el Museo de Historia Natural de Aix en Provence de esta máscara, cuyo original se exhibe en la Cámara de los Horrores del Museo de Cera londinense, ha servido a Froesch para esta reconstrucción en 3D. Recuperado de https: www. abc. es cultura 20131218 abci rostro real robespierre marcadas 201312181300. html (Consultado el 18 11 2020. 46