logo con el narrador, evoca una escena de infancia durante su niñez en los 80: es que cuando era niña, en Huamanga solía encontrar cadáveres de perros colgados en postes o arrojados en las veredas, algunos de ellos con carteles donde se leían palabras como SOPLONES REVISIONISTAS o incluso una palabra de sonido casi mágico, rarísima como Den Xiao Ping, cuyo sentido no alcanzaba a comprender a esa edad (134, mayúsculas en el original. Esta escena de representación de la crueldad (que precede la narración de la terrible historia de su madre secuestrada y desaparecida¹0) que reúne elementos heterogéneos como los perros muertos y las palabras mágicas bajo la mirada infantil, fue tomando una nueva dimensión luego de la lectura de los textos de Daniel Alarcón y Santiago Roncagliolo.
En este sentido, si por un lado Daniel Alarcón en el cuento Lima, Perú, 28 de julio de 1979 (2006) toma la voz de un senderista para narrar la experiencia terrible de quienes se dedicaban a matar y colgar esos cadáveres de perros, por otro Santiago Roncagliolo no sólo abre y cierra la primera parte de La cuarta espada. con esa imagen aterrorizante de los perros, sino que presenta una foto estremecedora que encabeza una serie, junto a otras con escenas vinculadas a Sendero Luminoso y su líder Abimael Guzmán.
Comentadas en la segunda parte, titulada La guerra. a raíz de la exposición fotográfica organizada por la CVR, visita que Roncagliolo califica como una experiencia espeluznante y anota: Nuestra memoria había tratado de adormecer esas imágenes. ¹¹ Pero lo que tal vez no sea fácil de olvidar son las 1⁰ En el capítulo Sobre la niñez de los informes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (en adelante CVR) leemos: La vida de los niños fue un permanente dilema entre sentimientos conflictivos, contradictorios y excluyentes y también ellos deben haber acumulado una deuda simbólica frente a sus progenitores y parientes cercanos muertos o desaparecidos bajo sus ojos (19. Es importante señalar que fue ese el modo con que Sendero Luminoso de tendencia maoísta dio a conocer el inicio de la lucha armada en 1980. El historiador Nelson Manrique (2002) explica: La toma de Chuschi población de Ayacucho había sido precedida, durante los meses anteriores, por acciones de propaganda armada, como el incendio del municipio del distrito limeño de San Martín de Porras y la colgadura de los cadáveres de algunos infelices perros en unos cuantos postes en Lima, a los cuales se les colocó letreros que rezaban Deng Tsiao. 91