Ciudad de la Investigación, Universidad de Costa Rica

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Dinámicas deslaicizantes y procesos secularizadores en contextos populistas son las causas que aparentemente hicieron que el mundo occidental tuviera este particular desarrollo; si las raíces de este proceso provienen de la tradición judaica y se desarrollan en el cristianismo, o si hay circunstancias históricas más mundanas que hicieron posible dicho proceso. Lo que queda claro es que lo que llamamos secularización supone una creciente racionalización en la forma de concebir el mundo y sobre todo en las causalidades de los fenómenos. Sin embargo, como el mismo Weber lo expuso, el pensamiento religioso significa también, en cierto sentido, una forma de racionalidad, contrapuesta al pensamiento mágico.
Finalmente, siguiendo esta lógica de la racionalización de ciertas religiones, algunos especialistas han insistido en que otra característica importante del proceso de secularización es el cambio religioso, a veces definido como mundanización. En suma, se trata del proceso por el cual son las mismas religiones las que se insertan en el mundo, se compenetran con él y, en ese sentido, se secularizan. Numerosos autores han constatado que, de diversas maneras, las religiones establecidas y sus miembros se integran a las sociedades en las que viven, responden a sus necesidades institucionales y personales y eventualmente pierden la especificidad de su propia esfera.
La secularización sería entonces un fenómeno complejo que involucraría al menos estas características. Pero esta manera de observar la relación entre lo religioso y lo secular ha llevado a algunos especialistas a entender la secularización, no como algo externo a la religión que conduce eventualmente a su desaparición o su irrelevancia social, sino como el proceso de reorganización permanente del trabajo de la religión en una sociedad estructuralmente incapaz de cumplir o llenar las expectativas que necesita suscitar para existir como tal (Hervieu Léger y Champion, 1987: 227. En otras palabras, en una perspectiva de tipo durkheimiano, la sociedad requeriría de un ideal, que la modernidad, con todos sus logros, no puede generar No está de más recordar que el término secular. viene del latín saeculum, referente a lo mundano, a lo terrenal.
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