Ciudad de la Investigación, Universidad de Costa Rica

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M. Fernández Melián y Rodríguez de la Fuente en un espacio social multidimensional. De esta forma, incorpora otras dimensiones, además del estatus o prestigio social, que den cuenta de los patrones de movilidad, diferenciándose de esta forma del paradigma estructural funcionalista.
En este sentido, con respecto a la relación entre los procesos de movilidad social y las pautas de consumo, Lipset y Bendix (1963. han planteado la importancia de analizar el modo en que el ambiente cultural o familiar puede influir sobre la forma en que los sujetos gastan los ingresos que obtienen y las modificaciones que esto produce sobre su estatus social. mediados de la década del 60, con la aparición de The American Ocupational Structure (Blau y Duncan, 1967. se propone un primer modelo refinado de análisis de la movilidad social, que se extiende más allá de aquello que sucede en el plano socio ocupacional. Bajo el denominado modelo de logro de estatus. los autores descompusieron el concepto de movilidad social en sus elementos constitutivos (orígenes y destinos sociales. intentando comprender cuáles factores eran determinantes del logro ocupacional de la población bajo estudio. El modelo, a través de la novedosa técnica del path analysis o análisis de camino³, incorpora cuatro variables explicativas: la educación y el estatus ocupacional del padre, el logro educativo y el estatus ocupacional del primer empleo del hijo. partir de las cuales busca formalizar y probar ciertas hipótesis causales planteadas por estudios pioneros, desde una perspectiva que, a priori, considera que la movilidad social debe ser comprendida por múltiples factores.
Por su parte, los estudios acerca de los patrones de fluidez social o movilidad social relativa que se produjeron, en particular, a partir de la tercera generación de estudios de movilidad social (Ganzeboom, Treiman y Ultee, 1991. bajo la utilización de modelos de regresión log lineal, permitieron no sólo mejorar la interpretabilidad de los resultados obtenidos, sino también la incorporación de terceras y cuartas variables al análisis, como sexo, cohorte de nacimientos, nacionalidad, nivel educativo, entre otros (Erikson y Goldthorpe, 1992; Solís y Boado, 2015. De este modo, el estudio de la movilidad social se complejiza a nivel teórico, ya que nuevas variables son consideradas para comprender su dinámica, pero también a nivel metodológico al utilizarse nuevas técnicas que dan respuesta a dichos interrogantes.
Finalmente, aunque no sea considerado un teórico o investigador de la movilidad social, los aportes de Bourdieu pueden ser recuperados Esta técnica permite explicar la variación de una variable dependiente a partir de otras independientes o explicativas ordenadas temporalmente (García Ferrando, 1989. La movilidad relativa o fluidez social refiere a las chances que tienen los individuos que provienen de diferentes orígenes sociales (en base a la clase del padre) de arribar a distintas clases sociales (destinos. Goldthorpe, 2012. 123