Oficio y perseverancia: el ensayo como método ungido permiso de Derrida para declararnos una parte menuda pero real del corazón marxista de este tiempo sin marxistas. La idea de una internacional concebida como una gran herencia de la cultura, no nos puede ser ajena, a condición de que no la convirtamos en nuevo tributo epigonal. De una manera que nunca podrá explicarse bien, siempre fuimos marxistas latinoamericanos libertarios, y no es porque Derrida abra la compuerta del castillo de Elsinor y pronuncie nuevamente los juramentos ante los fantasmas dinásticos, que iríamos a clausurar nuestros propios ejercicios hereditarios, que incluyen, por ejemplificar sucintamente, a Baudelaire vía John William Cooke, a Gramsci vía Aricó y Mariátegui, y a Sartre y Merleau Ponty vía Oscar Masotta. ¹¹ Restos y espectros, entonces. Pero al modo latinoamericano: desde una genealogía de lecturas, una sedimentación de interpretaciones que hay que valorar una y otra vez, porque no habrá modo de pensar la justicia social sin la justicia sobre los textos y sobre el pasado en todas sus formas. Estas decisiones habitan sus lecturas de Benjamin, Mariátegui o Trotsky: incluimos tres breves retratos de estos escritores, dos de ellos publicados en el suplemento cultural Las palabras y las cosas del diario Sur. Podríamos haber recurrido a textos de largo alcance de Horacio sobre estos temas, incluso los libros sobre La comuna de París. Los asaltantes del cielo o Karl Marx. Recolector de señales, editados en Brasil, pero acudir al archivo periodístico es buscar el resto de lo que parecía destinado al consumo efímero, al olvido pronto, pero que portaba un mensaje secreto: el de poner al alcance masivo nombres, trayectorias vitales, entusiasmos políticos. Tejer con palabras, una parte de un echarpe que nos espera.
11 Horacio González. Prólogo a AAVV, Espectros y pensamiento utópico. La invención y la herencia. Cuadernos ARCIS LOM, No 2, Santiago de Chile, agosto septiembre de 1995. Lo incluimos en este volumen como Herencias y espectros.
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