en este episodio único parece adelgazarse la voz del narrador para activar el recuerdo en la voz de esta sobreviviente, de quien finalmente no se sabrá el destino final. El registro indirecto logra una reconstrucción de aquel acontecimiento traumático fechado en 1991 de la búsqueda de su madre secuestrada, torturada y luego desaparecida a través del diálogo sinuoso que la niña Jazmín ha mantenido con un policía. Llegados a este punto, la historia se acelera con los sucesos del presente ya que paralelamente a la ceremonia del presidente, el pueblo va cambiando por la aparición del cadáver de un soldado. El enigma otorga suspenso al relato que se acerca a la línea del policial; la imposibilidad de acceder a la verdad la complicidad entre el gobierno y las fuerzas militares tiñen el escenario con las circunstancias políticas (186) testimonios de una violencia que no cesa, de las heridas todavía abiertas.
Las anotaciones en el cuaderno que acompañan todo el tiempo al narrador como un diario de viaje, se pueden leer vinculadas a un proyecto de escritura que se va desplegando en el texto. Mientras piensa qué punto de vista tomar frente a la crónica de la visita del presidente (106) el relato se ha multiplicado en cartas, videos, testimonios, recuerdos, recortes de periódicos, fragmentos de lenguajes sobre los que expresa que no sostienen la memoria sino que la reemplazan (82) y sirven de presupuesto a su posición acerca de que: El antónimo ideal de la memoria debe ser la imaginación, fantasear, hacer ficción. No la amnesia (178). ²¹ En la estrategia de Thays podríamos reconocer la perspectiva exterior 22 que sintetiza la mirada del escritor viajero. De este modo vamos conociendo el vínculo irremplazable de la ficción literaria como modo de representación de la violencia de la historia pasada y aún presente que permite narrar desde las ruinas del sentido como sostiene Nelly Richard (1999: 32). 2³ Restaurar la capacidad de pronunciar el sentido 21 En sus Reflexiones sobre el olvido Yosef Yerushalmi (1998) se pregunta. Es posible que el antónimo de el olvido no sea la memoria sino la justicia. pregunta que merodea tácitamente el texto.
22 La mención de Gombrowicz en el texto permite esta asociación ya que su singularidad narrativa fue caracterizada por Saer como la perspectiva exterior. Mención que aparece en el espacio de una escena de lectura junto a Jazmín. voy a leer todo lo que tú me digas. 136)
que nos recuerda a Zoila Chira y el maestro Martín de La violencia del tiempo de Gutiérrez.
23 Nelly Richard plantea que el dilema de la lengua surge en Chile de la necesidad de. 104