Marta Lamas de violencia extrema, este momento del capitalismo que se caracteriza por el derramamiento de sangre del crimen organizado, con técnicas crueles como el secuestro, la tortura, el decapitamiento y el desollamiento. Ella habla de la violencia sobregirada y la crueldad ultra especializada que se implanta como formas de vida cotidiana en ciertas localizaciones geopolíticas a fin de obtener ganancias económicas. y considera la mutilación y desacralización del cuerpo humano como una herramienta de necroempoderamiento.
Para conceptualizar a los hombres que utilizan la violencia como medio de supervivencia, mecanismo de autoafirmación, y herramienta de trabajo. Valencia retoma la figura del endriago (personaje mítico en Amadís de Gaula. monstruo que conjuga hombre, hidra, y dragón, habita tierras infernales y produce gran temor entre sus enemigos. Según la autora, nuestros endriagos contemporáneos no solo matan y torturan por dinero, sino que también buscan dignidad y autoafirmación a través de una lógica kamikaze y sacrificial. Estos nuevos sujetos ultra violentos y demoledores sicarios, secuestradores, coyotes y polleros, pero también policías y soldados, son hombres que hacen frente a su situación de marginalidad por medio del imperio de la violencia y del mercado negro tráfico de cuerpos, drogas, armas. Muchos son hombres pobres que vienen de grupos étnicos discriminados y clases sociales subordinadas, que contribuyen a sostener el poder de la masculinidad hegemónica la de los gobernantes y empresarios en un sistema donde están estrechamente entretejidos el poder, la economía y una virilidad depredadora.
En México, matar se ha convertido en el negocio más rentable para estos hombres, desempleados y sin formación, impulsados por el deseo de consumo y la necesidad de hacerse de un capital. Rita Laura Segato, quien califica a la economía como de rapiña. dice que para sostener su poder esta economía desarrolla una pedagogía de la crueldad (Gago, 29 de mayo de 2015. Bourdieu (2000) reflexionó en su análisis La dominación masculina sobre la virilidad, y señaló que los hombres adquieren prestigio ante los ojos de los demás hombres con acciones peligrosas, donde arriesgan la vida y no muestran miedo. Por eso, como matar despiadada y fríamente conlleva el prestigio de la virilidad, y como han ido educados en la crueldad, estos nuevos endriagos son incapaces de 746