Ciudad de la Investigación, Universidad de Costa Rica

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Marta Lamas usos e interpretaciones, Hawkesworth hace un señalamiento muy atinado: el género ha pasado de una categoría analítica a ser una fuerza causal o explanans. Así, el término género se ha convertido en una especie de comodín epistemológico que da cuenta tautológicamente de lo que ocurre entre los sexos de la especie humana.
Además, aunque se acepta que el orden simbólico es el que establece la valoración diferencial de los sexos para el ser parlante. es posible distinguir qué corresponde al género y qué al sexo? La duda está presente en otras interrogantes. Si el sexo también es una construcción cultural. en qué se diferencia del género. No se estará nombrando de manera distinta a lo mismo. Cómo desactivar el poder simbólico de la diferencia sexual, que produce tanta confusión e inestabilidad de las categorías de sexo y género?
El modelo analítico que opone naturaleza a cultura para explorar la construcción cultural de los significados sexuales, en la dicotomía masculino femenino y su mancuerna privado público, dificulta comprender que el sistema de género no es algo inamovible, sino que opera como un aparato semiótico que estructura los procesos de socialización.
Aunque nadie duda a estas alturas de que el género, por definición, es una construcción cultural e histórica, es evidente que se ha vuelto un concepto problemático no solo por la dificultad para comprender la complejidad a la que alude, sino también por el hecho generalizado y lamentable de su cosificación. De forma gradual, género se ha vuelto un sociologismo que cosifica las relaciones sociales, consideradas como sus productoras, pues falla al explicar cómo los términos masculino y femenino están presentes en el lenguaje antes que cualquier formación social. El concepto de género ha sufrido una reificación y se ha convertido en un fetiche académico. Partiendo de que el concepto género está reificado, recordemos lo que dijeron hace tiempo Adorno y Horkheimer (1978. toda reificación es un olvido. Qué se olvida con la reificación del género? La diferencia sexual, que es al mismo tiempo sexo sustancia y sexo significación. Este olvido recorre el pensamiento feminista y El acto de tratar algo como si fuera un fetiche quiere decir, figurativamente, admiración exagerada e irracional (Moliner, 1983) y veneración excesiva (Real Academia Española, 2014. 180