Las guerras secretas de Fidel Castro Capítulo 14 Etiopía: Operación Baraguá En la década de los sesenta tiene lugar una larga serie de eventos que facilitarán la presencia del bloque soviético en el área: el diferendo entre Etiopía y Somalia por el desierto del Ogaden, el cambio de Somalia como estado cliente soviético por Etiopía, y la participación soviético cubana en Jos inextricables revoltijos del Ogaden, Tigré y Eritrea.
La URSS, Cuba y China se lanzan en una puja por Somalia, a todo lo largo de los años sesenta. Aún no ha sido analizado del todo el papel substancial del Partido Comunista Italiano en los eventos que desembocan en la ascensión al poder de Mengistu Haile Mariam y sus gestiones por lograr que éste sea apoyado por Cuba y la URSS. La URSS comenzó a navegar con destreza en Somalia por intermedio del Partido Comunista Italiano y de elementos marxistas somalíes parapetados en los sindicalos. Todos ellos amparan la unificación de los teritorios ocupados por tribus somalies en manos de Etiopía y Kenya, o sea, favorecen la creación de la Gran Somalia.
Al término de la década del setenta, Cuba, al igual que la URSS, contribuye a reverdecer el sueño somalí de hacerse del Ogaden; a tal efecto ayuda a conformar el Movimiento de Liberación de la Somalia Occidental y está presente en el entrenamiento y equipamiento del ejército regular de Mogadicio. La prensa y la retórica oficial cubana calificarán como la Somalia ocupada a la posesión francesa del Yibuti, trozo desértico atravesado por un sinuoso ferrocamil de una sola vía que desemboca en un puerto del Océano Indico. Cuba mantendrá su contribución al movimiento de liberación de la Somalia Francesa, para imitación de Paris.
En enero de 1964, Somalia comienza a recibir pertrechos procedentes de la URSS; seguidamente se verifica la inestabilidad en la frontera elíope somalí. El fortalecimiento del aparato militar somali suscita un desbalance institucional de lal magnitud que el posterior golpe de estado pro201