Ciudad de la Investigación, Universidad de Costa Rica

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JANE BENEMELIS 22 CASTRO, SUAVERSION TERRORISMO EN AFRICA 23 Entre 1975 y 1978, crece la tensión entre el vice premier Carlos Rafael Rodriguez y Valdés Vivo, provenientes de la vieja guardia mar xista (PSP) y oficialmente responsables de la esfera exterior con Ira los cenáculos de Manuel Piñeiro y Osmani Cienfuegos. El grupo de la OSPAAAL de Osmani Cienfuegos pierde el control sobre el Medio Oriente. Este vacio se llena de inmediato por la DGI. cier Los elementos del Departamento de América y por Carlos Rafael Ro driguez, aunque este ultimo tiene que sacrificar en la batalla a Valdes Vivo Asia siempre ha resultado «zona franca. de segundo orden en el andamiaje castrista. Hacia los inicios del setenta alrededor de la politica asiática se mouian sarios personajes menores como Melba Hernández, Valdés Vivo, Oscar Pino Santos, Garcia Olivera, Eduardo Delgado. El hecho de que Castro nunca logra conducir una poljtica en Asia, reside en el dilema de que Vietnam, Corea del Norte, China, India y Japon, son factores de influencia en esa zona, contra los que resulta difícil competir. Finalmente, el área ha quedado oscilando, curiosamente cnire la burocracia exterior de Carlos Rafael Rodriguez y el engranaje del Departamento General de Relaciones Exteriores del CC. lo largo de estos años pequeñas coaliciones presionan a Fidel Castro, a se enzarzan en pujas por obtener posiciones y control de diferenies áreas del exterior. Entre ellos figuran la DGI (bajo la KGB. el Departamento de América, el grupúsculo estalinista de Carlos Rafael Rodriguez, el grupo de la OSPAAAL de Osmani Cienfuegos, la buracracia del Departamento General de Relaciones Internacionales, Jorge Risque nueva hombre fuerte en el Africa, Raúl Curbelo Morales hegemónico en el cuerpo africano, Héclor Rodriguez Llompari y Levi Farah a cargo de la colaboración civil. Alrededor de ellos se nuclean una serie de organismas «logisticos» como el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, el Comité Estatal de Colaboración Económica, el Instituto de la Pesca y el de Aeronáulica Civil, empresas de construcción para el exterior y un grupo de acompañias privadas» que funcionan en Suiza, Panamá y México.
La década del sesenta es el momento de la pugna entre comunistas y anti comunistas; entre marxistas anti soviéticos en favor de la desestalinización y marxistas pro soviéticos. Es el momento en que José Llanusa, Marcelo Fernández, Raúl Roa, Faustino Pérez, el Departamento de Filosofia de la Universidad de La Habana, el resto de los gucvaristas, los viejos combatientes del clandestinaje urbano y grupúsculos de trotskistas parece que le ganan la partida al dogma de la vieja guardia matxista cubana. El duelo, mortal por supuesto, tiene sus desenlaces más virulentos tras la debacle de la zafra decimillonaria en 1970, cuando Raúl Castro, los viejos marxista, los nuevos valores pro soviéticos (Jorge Risquet, Colome Ibarra. conjuntamente con la extensión del control de la KGB en la DGI, se hacen del cuadro doméstico.
La definición de estos grupos domésticos, con acceso y decisión en la politica interna y externa, es compleja, pues en los mismos hay tendencias que sostienen simpatías con grupos y corrientes soviéticas divergentes (los militares, la vieja guardia marxista cubana, los reformistas económicos, etc. Estos grupos, con agendas más o menos propias y estrategias dispares, muchas veces se hacen sentir con mayor énfasis en un área, como ha sido el caso de Africa, Medio Oriente o Centroamerica.
El paso del tiempo incrementa en Cuba la depresión económica y los imperceptibles conflictos internos de capillas y posiciones, y un ensamblaje original que facilita a Castro alternativas, en pro y contra, incluso en el área exterior.
Castro ha sido especialmente activo en áreas sensibles a EE. UU.
y en coyunturas propicias, como el caso de El Caribe y Centroamérica, en los últimos años. Ello, es el resultado de ambiciones personales y de estrategias precisas que en última instancia sirven a la URSS. También el carácter abierto de la economia cubana, su posición geográfica, conceden significación estratégica y militar como eje cardinal de comunicaciones. ello se suma una retórica antinorteamericana, síndrome no sólo en las relaciones entre los superpoderes, sino en el desequilibrio sicológico y económico de toda la población cubana.
En la década de los sesenta, Castro busca emplazar a Cuba como la encarnación del movimiento comunista internacional, por medio de los factores ideológicos y morales. Durante más de dos décadas, los medios de difusión del régimen tratan de inculcar la convicción de que estos factores morales pueden contra balancear el abismo tecno militar existente con EE. UU. Esta filosofia, aplicada a las restantes esferas del pais lleva de manos a considerar que el nudo El centro actual del poder en la esfera exterior castrista, corresponde a un grupo de figuras y organismos integrados por Raúl Castro, la Dirección de Inteligencia Militar encabezada por Abelardo Colome Ibarra (Furry. el Deparlamento de América de Manuel Pineimo. la DGI, Jorge Di quel para el Africa, la Dirección General de Relaciones Internacionales de! CC, y el dueto Carlos Rafael Rodriguez Isidoro Malmiera